Que difíciles son las vueltas, menos mal que tengo la suerte de que el tiempo estos días está acompañando, no todo el mundo entenderá que un buen tiempo sea lluvioso, frío y con viento, pero cuando con esta climatología te internas en pistas y sendas a la luz del frontal todo adquiere otra dimensión y al menos yo encuentro una sensación increíble de tranquilidad.
La siguiente etapa ya la he empezado a recorrer; es larga, muy larga, hace algo mas de un año escribía lo siguiente:
"
Es por esto que por dos veces me he puesto en la linea de salida del GTP
y aunque ninguna de las dos he cruzado la meta final, en esta segunda
ocasión si he cruzado el final del camino, sinceramente me es accesorio
que un accidente me haya privado del disfrute de bajar hasta la meta de
Navacerrada.".
Sinceramente en ese momento mi sentimiento era ese y el camino lo daba, y doy, por recorrido, pero algo en mi interior se ha removido y esa imagen de la meta de Navacerrada se ha ido instalando en mi cerebro, así que este año por tercera vez estaré aguantando los nervios en la línea de salida, esperando la cuenta atrás y sabiendo que tengo por delante los últimos 115 kilómetros. Por detrás quedarán muchos pasos, muchas horas subiendo y bajando por el Guadarrama, posiblemente alguna caida; y ahi delante La Maliciosa esperando majestuosa vernos pasar camino de nuestra meta.